Un singular apicultor chino evidentemente loco que responde al nombre de Gao Bingguo y que a la fecha cuenta con 55 años de edad, estableció un nuevo récord mundial Guinness el lunes 25 de mayo del 2015, la prueba consistió en cubrirse de pies a cabeza con un traje de agresivas abejas que en conjunto pesaban 240 libras. Gao afirma que se animó a realizar la prueba porque quería sentirse vivo por primera vez.

Para empezar con la confección del inusual traje, con que Gao establecería el record, tuvo que ser asistido por algunos de sus amigos quienes le colocaron varias abejas reinas en el cuerpo. Posteriormente pusieron a las abejas obreras en sus pies y estas, al buscar acercarse a sus respectivas reinas, lentamente empezaron a cubrir el cuerpo de Gao hasta envolverlo en un espantoso traje de zumbidos.

El impactante proceso de calificación para certificar que en efecto se había logrado establecer una nueva marca en el libro de records mundiales Guinness llevó casi un día entero, durante todo ese tiempo el apicultor y aspirante al Guinness, Gao Bingguo, estuvo expuesto al riesgo que representa el ser picado múltiples veces, y es que en total sufrió más de 2.000 picaduras en todo el cuerpo, incluso en un determinado momento, se observó que su temperatura corporal se elevó por encima de 140 grados Fahrenheit y puso en peligro el logro del nuevo record.

Otro de los riesgos graves que Gao Bingguo tuvo que correr fue la posibilidad de que estos terribles insectos se introduzcan por sus fosas nasales o la boca y, al picarle en esas zonas le llegasen a cortar la respiración. Para evitar que su intento de ingresar al libro Guinness terminase en tragedia, el “apicultor demente” como actualmente se le conoce a Gao en su pueblo de origen, tuvo que fumar un cigarrillo todo el tiempo que duró la prueba.

Gao Bingguo está convencido que tiene una especie de inmunidad contra las picaduras de abejas y que esta rara inmunidad se habría desarrollado luego de haber trabajado con estos insectos durante tanto tiempo, aunque una vez que todo había terminado y luego de asegurarse de haberlogrado su record mundial Guinnes necesitó de un baño de agua fría para aliviar el dolor de las picaduras.