5 cosas que las mujeres de hoy hacen que hace 100 años eran ilegales.
Aunque para ti escoger a tu novio, estudiar, comprar un auto, vestirte como quieras y decir lo que quieras es algo cotidiano de todos los días, no siempre fueron así las cosas.
Aunque no lo creas las mujeres de hace 100 años tenían una vida extremadamente muy distinta a la que hoy las chicas tienen. Quizás no lo sepas pero los derechos de la mujer son algo relativamente muy nuevo, pon atención a esta nota y sorpréndete de cómo han cambiado las cosas, estarás agradecida de haber nacido en el siglo XXI.
Estas son las cosas que antes no podían hacer las mujeres, para que te des una idea de lo injusto que era el mundo:
1.- Mujeres consideradas como objetos
Aunque no lo creas las mujeres de la antigüedad no eran consideradas ciudadanos normales, les llamaban ciudadanos de segunda clase pues no contaban con los mismos privilegios que los hombres, por ejemplo: una mujer no podía escoger con quien quería casarse, pues eran sus padres los que tenían el derecho de escoger al marido según sus propios intereses, y una vez casada no tenían derecho de elegir qué hacer con su tiempo pues sus maridos eran prácticamente sus dueños. Desafiar a los hombres era considerado un delito y era castigado severamente.
2.- Derecho a votar
Antes las mujeres no votaban, desde 1900 se empezó a considerar permitirles hacerlo. Primero se les permitió a las mayores de 30 años siempre y cuando fueran casadas, después transcurridos 10 años se les permitió a todas las mayores de 18.
Todos los derechos de la mujer llegaron muy tarde al mundo, la primera vez que los países hablaron de eso fue en 1893 en la primer Convención de los Derechos de la Mujer en Estados Unidos.
3.- Derecho a adquirir posesiones
Hasta ahora te imaginaras que las mujeres tenían muy pocos derechos, como era de esperarse el derecho de comprar y de vender propiedades era nulo, es decir no tenían derecho a hacerlo, cualquier disposición que una mujer quisiera hacer sobre su patrimonio debía ser aceptado por el esposo, aunque fuera ella la heredera o propietaria.
Incluso, aunque la mujer fuera artista o artesana, no era dueña de su trabajo ni de su obra, el esposo tenía el derecho de vender ese trabajo y quedarse con las ganancias.
4.- Libertad para “autocomplacerse”
Una de las cosas que las mujeres tenían más prohibida hacer era autocomplacerse, hasta los médicos de la época decían que muchas enfermedades físicas y mentales venían a causa de esta actividad. De hecho, curiosamente el “CLÍMAX” de la mujer era considerado un estado de histeria y locura que causaba problemas psicológicos, no se le reconocía al “clímax” como lo que es.
La iglesia castigaba muy fuertemente a todas las mujeres que eran sorprendidas haciéndolo, los castigos eran desde la cárcel hasta la humillación pública.
5.- Derecho a elegir a una pareja íntima
A diferencia de hoy que una mujer tiene el derecho de elegir con quien irse a la cama, en la antigüedad solo los maridos tenían este derecho, pues eran capaces de decidir cómo, cuándo y dónde querían hacer el acto. La mujer tenía la obligación legal de cumplir con esta exigencia, pues de no hacerlo sería llevada a juicio. Pues como dijimos anteriormente las mujeres eran propiedad de los esposos.
Lamentablemente este fenómeno sigue ocurriendo en lugares como Afganistán, Pakistán y La República Democrática del Congo, países de muy poca cultura humanista, que son considerados por la Organización Mundial de la Salud, como los peores países en el mundo para ser mujer. En lugares como estos parece que la humanidad ha retrocedido 250 años atrás, es una lastima.
Aunque aún nos falta mucho camino por recorrer para garantizar la igualdad de los géneros, debemos agradecer a miles de mujeres y hombres que sufrieron y se sacrificaron para que los derechos de la mujer fueran posibles, sin ellos aún viviríamos en un patriarcado injusto donde la arrogancia del hombre gobernaría al mundo. Debemos luchar por un mundo más justo, por un mundo mejor.
En BADABUN creemos en la igualdad entre el hombre y la mujer, creemos que la armonía entre los géneros y la similitud de derechos es el camino hacia un mejor mundo.
Trabajemos juntos por conseguirlo, “el respeto al derecho ajeno es la paz”
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